Es muy difícil concebir la vida humana donde no haya al menos un objeto creado a partir del acero. Hay piezas de acero en nuestra ropa, en nuestras casas, en nuestras empresas, el las ciudades y zonas rurales y también lo encontramos en el campo.
La importancia de este elemento es básica para nuestro desarrollo. Tan es así que la ciencia de los metales es ya muy especializada. Su valor económico es determinante para el desarrollo y crecimiento de las economías de todos los países del mundo. Por ello brevemente definiremos algunos conceptos con el único fin de introducirnos a este complejo ambiente, ya que en nuestro caso vivimos del suministro y transformación de él.
El acero es una aleación de hierro y de carbono. El contenido del carbono en el acero es relativamente bajo. La mayoría de los aceros tienen menos de 9 átomos de carbono por cada 100 de hierro, el porcentaje de masa de carbono en el acero es por lo regular menor del 2%. La forma clásica de expresar el contenido de los elementos en las aleaciones es por el porcentaje de la masa total con que cada uno contribuye.
El carbono tiene una gran influencia en el comportamiento mecánico de los aceros. La resistencia de un acero simple con 0.5% de carbono es más de dos veces superior a la de otro con 0.1%. Además, si el contenido de carbono llega al 1%., la resistencia casi se triplica con respecto al nivel de referencia del 0.1%.
Si le interesa mayor información, le sugerimos consultar de editorial la ciencia para todos, libros como el acero de Martínez Gómez, Lorenzo y Mas allá de la herrumbre en tomos I, II y III de Genescà, Joan.